5/4/08

Un IES de Alzira transforma lavabos en aulas tras ocupar también el porche y la casa del conserje


Los antiguos baños del Josep Mª Parra eran el único espacio libre que quedaba en el edificio
Mª José Villalba, Alzira
Un lavabo y un váter son, junto a un panel de herramientas y a un moderno ordenador, algunos de los elementos del mobiliario con el que conviven algunos alumnos del instituto Josep Mª Parra. La comunidad educativa del centro se ha visto obligada a recuperar un antiguo baño en desuso de la primera planta dada la falta de espacio libre en el centro y la necesidad de dotar a los estudiantes de educación compensatoria de un espacio en el que puedan recibir las clases en condiciones.
Ante la falta de financiación de la Administración, el centro ha asumido con sus propios recursos la rehabilitación de esta improvisada aula que tiene alrededor de siete metros cuadrados, "que ha consistido en pintarla y limpiarla", matiza el director del IES, Francesc Campos.
Para realizar las menores obras posibles, se ha dejado el váter, que está situado en un extremo del aula, y que ahora queda prácticamente cubierto por el material y los libros que se apilan en esta clase y el lavabo, que queda en medio del habitáculo. De hecho, ni siquiera se han retirado los azulejos del antiguo urinario para que la intervención fuera la mínima.
Campos afirma que fue la comunidad escolar del instituto alcireño la que propuso aprovechar este espacio, que ya estaba en desuso desde años atrás, ante la necesidad de dotar de un espacio a los alumnos que, por presentar dificultades en el aprendizaje, requieren una docencia personalizada y un trabajo específico del docente. Desde el Parra pensaron que, puesto que en este aula la mayor parte del tiempo se encuentra el profesor y un único alumno, recuperar un antiguo baño era una opción viable.
No obstante, éste no es el único baño que la dirección del Josep Mª Parra se ha visto obligada a rehabilitar. También ha asumido la transformación de unos servicios de la segunda planta en un aula para la integración lingüística de aquellos estudiantes inmigrantes que cuando acceden al centro todavía no dominan el castellano o el valenciano.
En el caso de esta clase, sí que se han retirado los urinarios y se ha empisado y lucido el habitáculo para adecuarlo a la docencia. "Queda un espacio de unos diez metros cuadrados, pero como suele haber pocos alumnos, hasta ocho caben apretados", explica el director del Parra.
El dinero de los premios que ha ganado el profesorado del centro por propuestas educativas en los últimos años, la aportación de la asociación de padres y el remanente de otros proyectos ha permitido la recuperación de estas dos aulas. La comunidad educativa del instituto propuso esta alternativa como último recurso, ya que apenas queda espacio en este centro, donde en la actualidad estudian casi 800 alumnos, para habilitarlo como clases.
En la última década, especialmente desde que se incrementó el número de alumnos por la implantación de la ESO y al desarrollo de los programas educativos específicos, el Parra ha aprovechado hasta el último rincón para habilitar aulas.
Dotaciones de hace 40 años
Así en este instituto que tiene cuarenta años de antigüedad, desaparecieron las dos aulas grandes de exámenes para dar cabida a diversas clases más pequeñas, también se han suprimido algunos departamentos que utilizaban los profesores de cada disciplina como lugar de reunión, de biblioteca y de almacenamiento de documentos.
Además, recientemente y dado que el conserje del instituto no quería residir en el centro, los alumnos también ocuparon las dependencias de esta vivienda. En el exterior, se aprovecharon dos porches para cerrarlos y ubicar ahí nuevas aulas.
La comunidad educativa del Parra viene reclamando desde hace años que se acometan intensas reformas en el centro que se encuentra notablemente deteriorado y donde la falta de espacio se ha convertido en la principal preocupación. No obstante, hasta el curso 2009-2010 la conselleria no emprenderá la reforma integral y ampliación de las instalaciones. En enero concluyeron las obras de mejora del gimnasio, que incluso llegó a cerrarse por las filtraciones de agua y lo degradadas que estaban algunas partes, como los vestuarios. Anteriormente se renovaron todos los ventanales del centro para solventar los problemas de insonorización.

No hay comentarios: